No hablamos de un gato que camine con sus patas traseras, o que lo haga con sus extremidades delanteras. Caffrey es un gato persa que perdió su pata trasera izquierda en un accidente cuando tenía tres años y, para colmo de males, su pata delantera izquierda debió ser amputada por un tumor. Pese a los pronósticos veterinarios, la capacidad de adaptación de estos animales es sorprendente y el felino de más de diez años ha aprendido a equilibrarse en sólo dos patas y su calidad de vida, a presar de su edad, no se ha visto tan deteriorada.

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